Cometa SWAN25F

10 abril, 2025

El cometa SWAN25F podría convertirse en uno de los más brillantes visibles desde la Tierra en los últimos años.

Fuente: www.nationalgeographic.com.es

Desde la constelación de Pegaso hasta el ojo humano, un nuevo cometa comienza a revelar su esplendor: SWAN25F promete un espectáculo celeste para quienes saben mirar hacia arriba.

El cometa SWAN25F es un recién llegado al escenario astronómico que fue descubierto a través del instrumento SWAN del satélite SOHO a finales de marzo. A medida que se aproxima a su punto más cercano al Sol, su brillo ha comenzado a intensificarse, encendiendo el entusiasmo de astrónomos profesionales y aficionados por igual.

La primera pista sobre su existencia fue registrada el 1 de abril por Michael Mattiazzo, un observador experimentado que detectó un tenue pero consistente movimiento en las imágenes de SOHO: un objeto desplazándose más de un grado por día en dirección noreste, en la constelación de Pegaso. A partir de ese momento, lo que era un destello entre píxeles se transformó en una misión de seguimiento mundial.

Los días siguientes fueron cruciales para confirmar que no se trataba de un artefacto o error óptico. El 2 de abril, varios observadores lograron estimar su magnitud visual entre 10 y 11, posicionándolo en la zona del cuadrado de Pegaso, entre las estrellas Markab y Scheat. Ya desde entonces se evidenciaba un desplazamiento sostenido, lo que indicaba que estábamos ante un objeto con trayectoria definida y actividad creciente.

Para el 3 de abril, los informes comenzaban a volverse más detallados y optimistas. Con una magnitud cercana a 9.5 y una coma que oscilaba entre 2 y 3.5 minutos de arco, el cometa comenzaba a exhibir una estructura digna de análisis.

Las primeras colas aparecieron tímidamente, de entre 10 y 30 minutos de arco, marcando el inicio de una fase activa. Al día siguiente, se confirmaron signos de gran vitalidad cometaria: una cola iónica de hasta 1.5 grados con nudos brillantes fue registrada por Michael Jäger, apuntando a una liberación significativa de material volátil.

El 7 de abril el cometa SWAN25F mostró una sorprendente transformación: su cola iónica superaba los 2 grados de longitud, estructurada en una red de filamentos, quiebros, chorros y nudos que deslumbraron en imágenes de gran campo. Al mismo tiempo, su coma adquiría una condensación central cada vez más potente, con una magnitud visual ya en el rango de 8.5 a 8, lo que lo hacía visible con binoculares desde cielos oscuros y despejados hacia el noreste.

Día de máxima observación
Con el tiempo y las condiciones adecuadas de observación, se espera que SWAN25F alcance su punto máximo de brillo cerca del 1 de mayo, cuando se acerque a unos 50 millones de kilómetros del Sol.

Si la tendencia actual se mantiene, podría alcanzar la magnitud 4, lo que lo haría visible a simple vista, aunque su tamaño modesto hace que algunos astrónomos duden de su supervivencia post-perihelio. En cualquier caso, se espera que brille intensamente durante los próximos días, especialmente al final de la noche astronómica en el hemisferio norte, donde puede verse a unos 15° sobre el horizonte.

¿Cómo verlo?
A medida que se acerque al perihelio, SWAN25F cruzará de hemisferio. A partir del 5 de mayo dejará de ser visible en el norte para convertirse en una joya celeste del sur. En ese punto, aparecerá al anochecer a unos 10° sobre el horizonte occidental, especialmente visible desde países como Chile, Argentina, Australia o Nueva Zelanda.

Para el 13 de abril, se acercará visualmente a la estrella Alpheratz, en la constelación de Andrómeda, y ese encuentro podría representar un incremento significativo de brillo, quizás superando la magnitud 6.

El fenómeno de “parpadeo” en su brillo, registrado en las últimas noches, es interpretado por los expertos como un indicador positivo: el núcleo del cometa parece responder bien al calor solar, expulsando más material conforme se aproxima al Sol. La comunidad astronómica se mantiene atenta.

Pero SWAN25F no sólo atrae miradas por su creciente fulgor. Su morfología también es digna de estudio: una cola delgada y activa, pérdida constante de masa, y signos de actividad dinámica como chorros, nudos y desconexiones. Todo esto sugiere que estamos presenciando un espectáculo en pleno desarrollo, quizás efímero, pero igualmente fascinante.

Nota: Actualmente no es visible desde el hemisferio sur, debemos esperar su perihelio y si sobrevive será visible desde el 1 de mayo.

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